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| Este finde pasado en Santander, en La Saluca de Miriñaque |
Ser pionero en España de la magia o teatro magia para bebés trae momentos de dudas, de pasos adelante y otros atrás. Ya hoy, gracias al trabajo previo al estreno en su día de ¡Más colores! con los niños de una escuela infantil, son más los buenos momentos que esos en los que te planteas si lo que deseas hacer es posible. Porque hacer magia a niños de año y medio o dos años, mezclados con otros niños de otras edades no es difícil. Sacar cuatro juegos de magia cualesquiera y camuflarlos dentro de un cuento es fácil. Llevarles al terreno de la magia pura. -un arte abstracto, conceptual y emocional- es otra cosa. Lo puedes vivir como un reto, o como una aventura. Pero al final estas haciendo algo que puede dejar huella -positiva o negativa- en niños que ante tus torpezas o aciertos no tienen defensa.
Fuí el primero en España y no sabía si había alguien más que se plantease en el mundo hacer magia para niños de hasta 3 ó 4 años. Estrenado el espectáculo en la temporada 2008-2009, descubrí a un mago francés que lo hacía. Para tranquilidad mía sus hallazgos al presentarse ante esos niños eran los mismos que los míos. Seguramente la naturaleza humana todavía no esta condicionada culturalmente y los bebés son un público psicológicamente homogéneo en todas las latitudes.
Pero algo que yo no esperaba es el éxito del espectáculo entre los adultos. Y eso me hizo recordar ayer un texto de Juan Tamariz. Puedes leer más en
http://regalatemagia.com/blog/?p=9077 Es mi blog más personal y generalista.
